Por Paris Goyeneche
Oscar Agustín Alejandro Schulz Solari, más conocido como Xul Solar (1887 - 1963), fue un pintor, escultor, escritor, músico, astrólogo, esoterista, inventor y lingüista argentino.
Fue amigo de escritores pertenecientes a la generación martinfierrista (Jorge Luis Borges, Adolfo Bioy Casares, Macedonio Fernández, Oliverio Girondo y Leopoldo Marechal).
En el ámbito pictórico, compartió sus obras con pintores argentinos como Antonio Berni, Emilio Pettoruti y Raúl Soldi. Conocedor de aproximadamente 20 idiomas, como el francés, el italiano, el inglés, el japonés, el sánscrito, el arameo, el guaraní, el alemán, el ruso, entre otros, logró crear dos lenguas construidas: la panlengua y el neocriollo. Fue un personaje excéntrico, versado en astrología, ciencias ocultas, idiomas y mitologías. Su amigo Jorge Luis Borges contribuyó a que se lo conociera, exaltando su figura singular, antes que su obra. Leopoldo Marechal creó para él al personaje Schultze en su gran novela Adán Buenosayres. Sus amigos martinfierristas hacen saber que Xul era inventor de una panlengua, que de algún modo reflejaba todas las lenguas de la tierra, y del neocriollo. También había inventado un panajedrez, en el que las casillas convencionales eran más y se relacionaban con las constelaciones y los signos zodiacales. Según Borges, Xul había creado varias cosmogonías en una sola tarde.
La pintura de Xul Solar es fantástica antes que surrealista, como tantas veces se la definió. El poeta Fernando Demaría, en un ensayo intitulado “Xul Solar y Paul Klee”, publicado en 1971 en la revista argentina de cultura Lyra, escribió “No es fácil para el espíritu humano elevarse de la astrología a la astronomía, pero haríamos un error si olvidáramos que un auténtico astrólogo como Xul Solar está cerca de la fuente de las estrellas. El primitivismo de Xul Solar es anterior a la aparición de los dioses”.
Xul Solar era un profundo conocedor de la astrología y, a partir de 1939, comenzó a diseñar cartas astrológicas. Adentrémonos en su obra, aunque más no sea al zaguán, a través de sus obras. Su paleta de colores es atractiva y convencional. Pone una visión naive a través de trazos simplistas, expresando una idea en pocos ideogramas.
Recomiendo visitar la página de su fundación, la Pan Klub, que tiene un resúmen de su trabajo. Y tener algún poster de sus pinturas en casa. Y además, una disertación en su memoria a cargo de un amigo cercano del artista, nada más ni nada menos que Jorge Luis Borges.
Bon Appetit.
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