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La Manzana Loca

Por Paris Goyeneche

El Instituto Di Tella fue un centro de investigación cultural sin fines de lucro fundado el 22 de julio de 1958 por la Fundación Di Tella (en homenaje al ingeniero Torcuato Di Tella). Situado en la Calle Florida 936, tenía muchas salas de exposición y un auditorio para 244 espectadores. Conoció su mayor auge entre el quinquenio 1965-1970, cuando se lo denominaba el “templo de las vanguardias artísticas”.


En sus inicios, albergó a las vanguardias del teatro, la música y la pintura. Allí dieron sus primeros pasos artistas consagrados. Su actividad marcó una nueva era en el arte local. Posteriormente, el centro fue ampliado para abarcar todas las ciencias sociales, con el objeto de apoyar la investigación social.


El Centro Latinoamericano de Altos Estudios Musicales del Torcuato di Tella (más conocido por su acrónimo CLAEM) era un centro de aprendizaje y de creación musical de relevancia internacional que funcionaba en el mismo instituto. Nació por iniciativa de Alberto Ginastera entre 1962 y 1970.


A pesar de su corta vida, fue muy importante como centro pedagógico, dado que los alumnos podían tener contacto con compositores invitados de la talla de Luigi Nono o Iannis Xenakis, y como plataforma de innovación tecnológica y de creatividad. Su objetivo principal era promover nuevas expresiones en composición e investigación en la música contemporánea. Grandes maestros de la talla de Aaron Copland, Xenakis y Nono dieron conferencias y clases en él, y grandes compositores latinoamericanos como Ariel Martínez, Antonio Mastrogiovanni y Coriún Aharonián de Uruguay, Jorge Antunes de Brasil, Alberto Villalpando y Florencio Pozadas de Bolivia, los colombianos Blas Emilio Atehortúa y Jacqueline Nova, los peruanos César Bolaños, Édgar Valcárcel, Óscar Cubillas Ramírez y Alejandro Núñez Allauca, Mesías Maiguashca de Ecuador, los guatemaltecos Joaquín Orellana y Jorge Sarmientos, alcides lanza, Oscar Bazán, Eduardo Kusnir, Luis Arias, Graciela Paraskevaídis y Mariano Etkin de Argentina y los chilenos Gabriel Brncic, Miguel Letelier, Iris Sangüesa y Enrique Rivera, entre otros, cursaron estudios (como becarios) y realizaron obras allí.


El laboratorio de música electroacústica del CLAEM, creado en 1964, fue pionero no solo a nivel latinoamericano, sino mundial por su actividad en los campos creativos e investigadores. Empezó siendo dirigido por el compositor peruano César Bolaños, quien compuso la primera obra de música electroacústica realizada en él: Intensidad y Altura (1964), basada en el poema homónimo de César Vallejo. En 1966, el laboratorio fue totalmente renovado y desde 1967 Francisco Kröpfl asumió la dirección artística, secundado por Gabriel Brncic en la pedagogía de la música electrónica y por el ingeniero Fernando von Reichenbach, como director técnico, quien diseñó el notable Convertidor Gráfico Analógico (conocido cariñosamente como Catalina), capaz de convertir partituras gráficas en sonido: el compositor podía diseñar gráficamente una trayectoria sonora que era capturada por una cámara - filmada en tiempo real - y transformada en sonido.

En el campo de la vanguardia audiovisual relacionada con el Beat y el Rock, se presentó en 1967 el happening «Beat Beat Beatles», creado por Roberto Jacoby, Daniel Armesto y Miguel Ángel Telechea. Asimismo, el escenario del Di Tella también sirvió para presentar a los grupos de vanguardia del naciente Rock argentino que cantaban en español. En el ciclo “Tres Espectáculos Beat”, realizado el 17, 24 y 31 de marzo de 1969, actuaron sucesivamente las bandas “El Sonido de Hillbert”, “Almendra” y “Manal”. Las dos últimas serían más tarde reconocidas como grupos fundacionales de ese movimiento.​


Y en el campo del Jazz, y con la innovación de improvisar sobre imágenes, como así también la improvisación de un mimo (Norman Briski) como un instrumento musical más, se presentó el espectáculo 'músico-visual' “...de la vida de nosotros”, de Gerardo Chiarella.


El conjunto de instrumentos informales Les Luthiers dio su primer recital en el Di Tella en 1969 y Nacha Guevara sus dos primeros espectáculos: Nacha de Noche y Anastasia Querida, una sátira a la censura militar del gobierno de entonces. De hecho, el “Centro de Altos Estudios Musicales Manuela” al que se refieren en su obra, es el CLAEM. La huella que dejó la actividad creativa y pedagógica del CLAEM es profunda en la música latinoamericana e internacional de vanguardia.


En el ámbito de las artes visuales, el incentivo fue constante. El Centro de Artes Visuales (CAV) instituyó premios nacionales e internacionales y becas en el exterior; se constituyó en la "institución modernizadora" del arte argentino. Fue dirigido por Jorge Romero Brest, organizando numerosas exposiciones de géneros tradicionales como escultura y pintura, fotografías, diseño arquitectónico y estimulando, fundamentalmente, la experimentación con nuevos materiales y propuestas hacia el público.


Se destacaron autores (principalmente escultores) como Rubén Fontana, Rómulo Macció, Gyula Kosice, Julio Le Parc, Luis Felipe Noé, Jorge de la Vega, Ernesto Deira, Juan Carlos Distéfano, Antonio Seguí, Edgardo Giménez, Silvia Torras, Ary Brizzi, Clorindo Testa, Dalila Puzzovio, Delia Cancela, Federico Peralta Ramos y Marta Minujín, creadora junto a Brest, Rubén Santantonín, David Lamelas, Leopoldo Maler, Pablo Suárez y Rodolfo Prayón de La Menesunda, una hoy mítica instalación conceptual en dieciséis ambientes que debían ser recorridos por grupo de ocho personas.​

Desde 1960 tuvo como fotógrafo a Humberto Luis Rivas Ribeiro y, en ese ámbito, se destacó Oscar Bony. Las "Experiencias", realizadas en 1967 y 1968, reunieron a los artistas jóvenes que buscaban superar la concepción objetual de las obras de arte, entre los que se encontraba Martín Marco participando con las exposiciones La Caída - Poesía Desnuda en 1968 y 1969, en búsqueda de experiencias que involucraban el cuerpo y el diseño del espacio-tiempo mediante instalaciones, performance, happenings, etc.


El Instituto Di Tella fue cerrado en 1970, pero su fin se inició con la clausura de una obra de las experiencias de 1968, "Baños", de Roberto Plate, por parte del gobierno de facto de Onganía. La obra, que consistía en la instalación en la sala de una simulación de baños públicos, invitaba a los asistentes a escribir las paredes, tal como es práctica común en los baños públicos. Una de las inscripciones resultó ofensiva a un alto funcionario militar y desencadenó la clausura de esa obra, que luego fue acompañada por el retiro voluntario del resto de las obras en protesta por la censura.


Los centros de Arte y Música fueron cerrados por problemas económicos en mayo de 1970. Los otros centros siguieron operando y dieron lugar a la Universidad Torcuato Di Tella. La Biblioteca del Instituto Di Tella es una de las más prestigiosas de América Latina en el campo de las ciencias sociales. Su acervo bibliográfico es de 60.000 volúmenes y mantiene una hemeroteca de 1.400 títulos nacionales y extranjeros.


Siendo un enorme semillero de talentos, sus ex integrantes serán conocidos como la “Generación del Di Tella”. Entre los que participaron, se destacaron Antonio Berni, Leopoldo Maler, Líbero Badíi, Luis Fernando Benedit, Delia Cancela, Jorge de la Vega, Ernesto Deira, Rómulo Macció, Luis Felipe Noé, Gyula Kosice, Julio Le Parc, Pérez Celis, Rogelio Polesello, Antonio Seguí, Clorindo Testa, Ary Brizzi, Carlos Silva, Carlos Mathus y su TIM Teatro, Alicia Penalba, Lea Lublin, Roberto Aizenberg, Federico Manuel Peralta Ramos, Emilio Renart, Luis Alberto Wells, Dalila Puzzovio, Antonio Trotta, Gustavo del Río, David Lamelas, Juan Carlos Distéfano, Marta Minujín, Susana Salgado, Alfredo Rodríguez Arias, Oscar Bony, Juan Stoppani, Edgardo Giménez, León Ferrari, Mercedes Esteves, Carlos Squirru, Pablo Suárez, Oscar Palacio, Margarita Paksa, Ricardo Carreira, Pablo Mesejean, Inés Gross, Adolfo Bronowski, Roberto Jacoby, Pablo Menicucci, Liliana Porter, Luis Camnitzer, Osvaldo Romberg, Luis Pazos, Ana Kamien, Jorge Luján Gutiérrez, Alberto Greco, Fernando von Reichenbach, Gerardo Chiarella II, Jorge Bonino, Graciela Martínez, Iris Scaccheri, Federico Klemm, Juan Gatti, Rubén Santantonín, y muchos más.


​ Lo que perdura más allá de su cierre es el riquísimo acervo cultural, que todavía subsiste hasta nuestros días, sobre todo en el campo de las artes audiovisuales y la música. Casi todas las manifestaciones artísticas de la época del cierre para acá han sido marcadas a fuego por la influencia del Instituto.


Aquí les dejo un archivo fílmico vía “Di Film” (amplísimo y digno de revisar en integralidad) sobre un fenómeno muy difundido en el instituto, el “Happening”, manifestación de arte efímero que mezcla acción, luz y música, además de la chance de juntarse con amigos y divertirse un rato. Marta Minujín aparecerá jovencísima - sin anteojos y sin peluca -, presentando sus primeras series de “colchones”, toda una vanguardia para la época.

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