Por Néstor Forero
Deuda y Fuga, dos caras de la misma moneda en los bolsillos de los saqueadores
El resultado de las elecciones de octubre pasado ha sido muy importante, por cuanto trajo alivio y esperanza para una porción mayoritaria de nuestra sociedad, pero debe ser enmarcado dentro de un largo conflicto entre el pueblo argentino, por una parte, y, por la otra, la fuerza antinacional representada por la alianza poder financiero - conglomerado exportador -poder judicial - medios de comunicación, que han subordinado a las fuerzas políticas tradicionales, marcándoles agenda y rumbo. Es el triunfo en una batalla enmarcada en un largo conflicto contra la hegemonía esclavizadora.
1) Fueron estos últimos 4 años de gobierno de esta hegemonía que saqueó el país, y no sólo de sus recursos económicos financieros, sino también impuso un modelo cultural y de persecución social y judicial. El jaqueo a las fuerzas populares comenzó desde el mismo 25/5/2003, fecha de ascensión a la presidencia de NK (recordar las recomendaciones y advertencias de B. Mitre desde el diario La Nación).
2) El modelo neoliberal impuso el hambre y la desocupación y obtuvo su retribución mediante deuda y fuga de capitales. El condicionamiento a futuras y presentes generaciones por los compromisos asumidos se refuerza con los capitales fugados, basado en la perversa lógica de que un dólar es más importante que un voto, en un contundente intento de vaciar de contenido al sistema democrático. La fuga de capitales, en este contexto, debe ser considerado un atentado al régimen democrático.
3) ¿Cómo cobró la entente por sus servicios? Mediante distintas fases. Veamos:
Fase 1: Comienzo del Gobierno de MM. Tres medidas de inmediata ejecución: a) Acuerdo con los fondos buitre, compromiso asumido durante la campaña, allí se confunde la figura del buitre con la del funcionario (Melconian); b) Fijación de la cotización del dólar futuro, verdadero dislate judicial, en donde los acusadores deberían estar en el banquillo de los acusados y los acusados no sólo absueltos sino pudiendo ejercer efectivamente su derecho a la defensa. Aquí también funge la figura del apostador financiero-funcionario del gobierno entrante; c) eliminación de retenciones y libre disponibilidad de divisas para los exportadores. También se confunde la figura del exportador con la del funcionario. Comienzo del gobierno para pocos.
La eliminación de las retenciones desfinanció los ingresos fiscales, mientras que la libre disponibilidad de divisas reforzó la carencia de dólares y la estrechez cambiaria.
Luego se presenta la demencial dicotomía para cubrir las falencias fiscales: emitir moneda o tomar deuda. La respuesta fue ideológica pero, sobre todo, pecuniaria.
Fase 2: Justificada la toma de deuda, por las medidas antes enunciadas, bajo argumentación neoliberal, se comenzó la colocación de bonos argentinos en los mercados internacionales de deuda externa. La apertura económica refuerza la demanda de dólares para cubrir las importaciones. Se logran sucesivos récords de la Balanza comercial negativa. Se argumenta que la tasa de interés (creciente) es utilizada para controlar la inflación, en un país que deteriora a pasos agigantados su aparato productivo. La restricción externa produce sucesivas correcciones a la moneda.
Como un sístole y un diástole, las correcciones a la cotización de la moneda permiten, a los inversores extranjeros, redolarizar sus ganancias del mercado local (bicicleta financiera) y reinvertirlas a los pocos meses, con mayores rendimientos porque, con los mismos dólares, se obtienen mayores montos en pesos y mayores tasas para sus colocaciones. El derrumbe de la industria y el comercio regula a la baja los salarios y domestica la protesta social
Fase 3: Elecciones 2017. Creación de microclima con dólares convertidos en el sistema financiero. Leve estabilidad de precios. Promoción a una supuesta confianza de los inversores al gobierno de MM. Mayor circulación de pesos sostiene el consumo de la clase media. Permanece la fuga y el endeudamiento. Inmediatamente después de las elecciones, se pretende aprobar la reforma previsional y laboral, contrarias a los intereses populares.
Sectores de la oposición abandonan su apoyo a las medidas económicas del gobierno; una vez más, son parte del problema y no de la solución. La entente “legaliza” otro instrumento para apoderarse de una porción mayor del ingreso nacional, mediante los contratos y reglamentos
de la deuda contraída.
Se alardea de tomar deuda a 100 años. En los decretos reglamentarios, se omiten como inembargables los bienes económicos del art. 236 del Código Civil y Comercial de la Nación (Vaca Muerta, litio, empresas del Estado, etc.). Se fijan las condiciones en las que el acreedor puede declarar unilateralmente el default. Nueva confusión entre inversor y oferente (Caputo Mtro. de Fzas.- Caputo CEO de fondo inversor).
Se amplían las facilidades para que los exportadores no liquiden el producido de sus exportaciones, con ello sostienen la carencia de dólares y justifican las correcciones periódicas, cada vez más frecuentes, del tipo de cambio y las tasas de interés que paga el mercado local.
Fase 4: Llegando al Fondo. Al acelerarse la colocación de deuda en los mercados internacionales, se agota rápidamente el recurso y se recurre al FMI. Este viene a sostener al gobierno y a garantizarles a los inversores privados el cobro de sus colocaciones. Condicionamientos crecientes a la economía argentina. Primer plan acordado con el Fondo de imposible cumplimiento.
Para endeudar al país con el FMI, se violan las normas jurídicas y de procedimientos administrativos-financieros. Ello conlleva la responsabilidad penal de los firmantes. Falta de actos administrativos que autoricen a priori la operatoria. Se alimenta la fuga con los fondos del FMI. Más del 80% de los fondos del FMI son destinados a pagar los bonos de los inversionistas
amigos.
La segunda negociación claramente busca la reelección de MM y/o condicionar al extremo a un futuro gobierno de otro signo político. Y facilitar la fuga de capitales.
Fase 5: Vaciamiento final de las arcas públicas y de amplios sectores de la población. Cepo cambiario mal concebido e instrumentado. Autorización para emitir moneda contrariando la política anterior. Alimentar la inflación con ello. Riesgo de hiperinflación en el comienzo del nuevo gobierno, por arrastre de la emisión monetaria del último mes del gobierno saliente. Inminencia de vencimientos externos (en diciembre con legislación norteamericana) y durante los primeros tres meses (con legislación argentina). Riesgo de default con ejecución de cláusulas en los contratos, por lo que se haría exigible no sólo el capital sino todos los intereses no devengados, lo que llevaría el monto de la deuda a valores inusitados.
1) ¿Cómo seguir?
a) Pagando una deuda moral con el pueblo argentino: Creación de una Comisión de expertos para realizar una investigación exhaustiva de quiénes y cómo contrajeron la deuda y el destino de los fondos, mediante el control de legalidad; una revisión actuarial sobre los canjes y refinanciaciones; estudio sobre los condicionamientos macroeconómicos; y el seguimiento de los fondos fugados y su posible reversión. Utilización de la colaboración internacional para el cobro de los fondos evadidos (acreencias tributarias) y de los capitales externos de los responsables del endeudamiento, para aplicarlos a la cancelación de las deudas
legítimamente contraídas,
b) El camino político: Renegociar. Esclarecer al pueblo. Buscar alianzas internacionales. Renegociar. Ganar tiempo para poner en marcha el aparato productivo. Obturar la salida de capitales. Renegociar. Buscar nuevas alianzas…
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