Por Elías de la Cera
Soy ascético y miedoso,
soy indigno de ser bueno,
y aunque me perdone el Nazareno,
no he podido nunca ser dichoso.
Mi enfermedad no tiene sanación,
ni mi espíritu pretende gloria.
Solo déjenme cumplir mi misión;
convertir la eternidad en historia.
Argumento carente de sutileza
decir que traiciono por dinero,
yo traiciono porque quiero,
porque es mi naturaleza.
No me juzguen, ni me hablen de lealtad.
Yo sé que en ustedes hay más de mí que de divinidad.