Por Gonzalo Cueto
Vladímir Putin, intervino en la sesión plenaria del V Foro Económico Oriental, en la ciudad rusa de Vladivostok. El líder ruso destacó que el liderazgo de Occidente está llegando a su fin, “no puedo imaginar que una organización internacional sea eficaz sin la participación de la India y China", por lo que es fácil deducir que el nuevo eje mundial pasará por el Bloque Ruso-Chino-Indio. Estos concentran la mayor cantidad de tierra y la mayor cantidad de habitantes. India es la 5ta economía del mundo, aunque posea ingresos bajos, en este sentido Putin calificó que la zona de libre comercio entre India y la Zona euroasiática es importantísima y que el comercio entre ambos países tiene que ser por medio de transacciones interbancarias dadas por el Banco de Rusia, por lo que pareciera que el dólar deja de ser la moneda de intercambio, como ya está en sus políticas de venta de armas.
Hace algunos informes atrás, hacía referencia a que Rusia y China avanzaban en la creación de un sistema sustituto al SWIFT (Sociedad para las Comunicaciones Interbancarias y Financieras Mundiales), en este sentido Rusia habilitó el servicio de mensajería bancaria para todos los países y está engrosando sus reservas de oro, en pos de establecer un Rublo mucho más sólido que el dólar.
Por otro lado, Trump, se encamina a bajar la tensión con la guerra comercial, dado que ya comienza su período de campaña para su reelección y es necesario evitar una recesión en los EEUU y sobre todo en el sector agroindustrial norteamericano, que son quienes vienen sufriendo por dicha guerra las primeras consecuencias, esto se ve con el Gobierno Argentino que, después de 20 años, acaba de colocar harina de soja en China. También mencionamos que la empresa General Electric, comenzó a tener problemas y más de una denuncia sobre sus balances y ahora tenemos que Moody’s Investors Service le pone calificación crediticia por arriba de título basura a Ford Motor Co. lo que se suma a los problemas de la compañía a largo plazo y a la industria automotriz americana en general. Por su parte, Trump sostiene que el mundo está desarrollando una guerra de monedas en la que Estados Unidos corre con desventaja por aplicar una política monetaria a contramano y le solicita a la FED que imite el recorte de tasas que los bancos centrales a nivel internacional (entre ellos Japón, Alemania, Suiza, Suecia y las nuevas medidas del Banco Central Europeo) están imponiendo con tasas negativas. Toda esta incertidumbre está provocando la caída de la demanda de dinero, sobre todo del dólar y Bonos del Tesoro Americano; los propios Bancos Centrales comienzan a resguardarse en otros activos como el oro y el bitcoin.
La otra guerra comercial es la de EEUU y la Unión Europea, la cual tiene ya problemas con el aluminio y el acero, y el avance sobre Airbus y la industria automovilística. Europa también está viendo las señales de la recesión y tiene los problemas como el Brexit duro sin importar y la inestabilidad política del tema en Londres y las tasas de interés negativas de Alemania.
En cuanto a Argentina, la economía del país entra en etapa terminal, dado que, para seguir manteniendo una imagen de control sobre el dólar, se están gastando millones de reservas, con el riesgo de dejar realmente al próximo gobierno con reservas en cero. El BCRA está literalmente quebrado, entre las Leliq y los pases pasivos pero (e increíblemente) al día de hoy nadie lo está denunciando. Aumentar la tasa de interés aumenta la desconfianza en la economía de manera directamente proporcional, a más incertidumbre más exceso por comprar dólares (oferta y demanda, el precio sube, el gobierno mantiene el valor con reservas, caen reservas y aumentan las tasas para que los pesos no salgan del sistema, y así sucesivamente hasta que llegue al 100% de interés), tenemos como consecuencias también mayor caída en los bonos y los ADR argentinos en el exterior, esto, si lo trasladamos a la economía productiva, implica más caída de la actividad, y más desempleo.
A medida que aumenta la tasa de interés, las Pymes tienen más dificultades para pagar impuestos, generando una caída en la recaudación fiscal (sumada a la incertidumbre sobre el último desembolso del FMI, puede provocar que no se puedan pagar los gastos de cuenta corriente, entre ellos los sueldos del sector público) y hay varias provincias analizando nuevamente la posibilidad de colocar cuasi monedas. Las Pymes, entre pagar sueldos e impuestos, optan por pagar sueldos, y ahora le tienen que sumar el bono que el gobierno obliga a dar al sector privado deliberadamente. Es triste decirlo pero directamente las Pymes tienen fecha de defunción, con la consecuencia de aumentos constantes en el desempleo.
Hoy tenemos acampes, debate por emergencia alimentaria, y una deuda insostenible. Hoy, según varios expertos, la deuda consolidada representa un total de 391.600 millones u$$ y los próximos años hay que pagar un total de 166 mil millones u$$, a un promedio de 41.513 millones u$$ anuales, calculando que tenemos un total de 14.200 millones u$$ de intereses. Ahora, nuestro PBI al 31 de diciembre de 2018 estima a valor de precios corrientes y en moneda nacional que es de 16.766.919 millones de pesos según el Indec; si a este valor le aplicamos una tasa de interés del 50% y si esto lo dividimos por un dólar promedio de 60, nos encontramos que nuestro PBI en dólares es 419.170 millones u$$. Comprenderemos que el problema financiero del país es muy serio. Y ya no se puede ocultar ni disimular más y esperemos no llegue a ser de gravedad social.
El próximo gobierno necesita, para salir de esta situación y poner a producir a la Argentina, no solo un acuerdo de precios y salarios, sino también un acuerdo de producción e inversión. De esto se sale produciendo y vendiendo más al mundo. Recordemos que el actual gobierno congeló el precio de los servicios públicos hasta diciembre (pero los dolarizó anteriormente) y mantiene el control del valor del dólar como política económica, a costa de las pocas reservas de libre disponibilidad que aún quedan.
Todos los índices económicos son pésimos, y de acá a diciembre pueden empeorar muchísimo más. Para los mercados internacionales ya estamos en DEFAULT por la simple razón que la economía no crece y el nivel de deuda acumulado contra el pago es inviable. Para evitarlo, tendríamos que crecer a una tasa del 4% y revertir la tasa negativa actual, situación muy difícil de alcanzar.
Pero, como mencione en informes previos, tenemos capacidad ociosa de fábricas en un 60%, y una balanza comercial externa que nos posibilita hoy comenzar a vender nuestros productos en el exterior; para ello es necesario que el próximo gobierno trabaje aunando, en este sentido, la Cancillería con el Ministerio de Producción y el de Economía, para un mejor direccionamiento a las embajadas y al comercio. Gobernar es dar trabajo y para ello es necesario comprender que el 80% de la producción del país se consume en el país; por lo tanto, también es necesario incentivar aún más el desarrollo de la producción del campo y el desarrollo técnico industrial tanto en Satélites como en Energía Nuclear, en exportación de minerales al igual que en Vaca Muerta y en el desarrollo de Aviones como el Pampa III (evitando la intromisión de otros Estados en nuestro desarrollo), que son las áreas que pueden generar más ingresos, como así también, de forma urgente, tener un acuerdo de quita de intereses y postergación de pago con el máximo acreedor que es el FMI, dado que el también entrará en crisis por la Argentina.