Por Gonzalo Cueto
En cuanto al sector financiero, que atenta contra el sistema internacional, tenemos que la FED acaba de anunciar que las REPO (operación de recompra en la que una entidad financiera vende a un inversor un activo, con el compromiso de comprarlo en una fecha determinada a un precio determinado, generalmente entre bancos y a un plazo de 24 o 48 horas) seguirán hasta, por lo menos, enero de 2020 (desde el 23 de octubre, la inyección de capital diaria al mercado de las REPO’s subió de 75 Billones a 120 Billones de dólares). Esta falta de liquidez en el mercado financiero americano, y las acciones que toma el Bloque Ruso-Chino (frente a esta inestabilidad de EE.UU.), genera que los Bancos Centrales de distintos países fomenten la constitución de nuevas formas de pago interbancario, dando cuenta de la necesidad de un sistema alternativo al dólar. La mayor parte del Comercio que se da en Oriente ya está operando con otras monedas, como el Rublo y el Yuan, para evitar sanciones americanas y prevén también usar el euro como moneda de intercambio.
En la XI Cumbre de los BRICS en Brasil, los presidentes de China, Rusia, India y Sudáfrica, plantearon la necesidad de avanzar sobre una criptomoneda común para el pago de las transacciones comerciales, en sintonía a la desdolarización de sus comercios; Brasil los recibió y actuó de forma muy pragmática, dado que, si bien Bolsonaro tiene un alineamiento ideológico con los EEUU, ve la necesidad de contar con los yuanes chinos para evitar un colapso de su economía e Itamaraty prioriza siempre los intereses propios. Brasil hoy se encuentra en un proceso de crecimiento de su endeudamiento, y sus bonos se encuentran en caída; si, a esta situación, se le suma como está toda la región y, sobre todo, las consecuencias de la economía argentina, la crisis en Brasil también puede llegar. Por lo tanto, la necesidad de poder contar con socios como los que están plasmando un nuevo ordenamiento mundial es de suma importancia para que Brasil sobreviva, eso lo sabe muy bien su Cancillería. Otro de los temas de relevancia mundial fue la reunión del presidente de Bolsonaro con el presidente de la compañía china Huawei, Wei Yao, donde afirmó que Huawei desea instalar la tecnología de quinta generación (5G) de telefonía móvil en su país.
“El grupo BRICS es un factor de estabilidad no solo en la política, sino también en la economía global, y a medida que cambie la situación del mundo el papel del bloque irá aumentando”. Así lo ha declarado el presidente ruso, Vladímir Putin, quien también refirió que están a favor de los mercados abiertos y en contra de cualquier proteccionismo. En este mismo sentido, Putin le pone un punto al dólar diciendo que su final está cerca.
Por otro lado, Trump (nuevamente) se encuentra buscando iniciar conflictos. Esta vez, dejó de considerar ilegales los asentamientos de Israel en Cisjordania, “las colonias no son per se inconsistentes con el derecho internacional” afirmó Mike Pompeo (como antecedente, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, con la abstención del voto estadounidense, en diciembre de 2016, permitió se aprobara la resolución que considera las colonias una flagrante violación del derecho internacional), en un nuevo cambio de postura que agudiza los conflictos entre ambos países. Esto, sumado a la decisión de diciembre de 2017 de reconocer Jerusalén como capital de Israel, moviendo la Embajada norteamericana desde Tel Aviv, y al reconocimiento de los Altos del Golán como territorio israelí (en marzo de este año), no hace más que encender nuevamente un foco de conflicto en dicha región. Jordania fue el primer país de la región en refrendar la condena de los asentamientos israelíes en Cisjordania.
Es evidente que, con este tipo de conflictos, se trata de tapar los conflictos económicos que comienzan a preocupar. Desde la ONU y la Unión Europea apelaron al derecho internacional para oponerse al cambio de criterio. El Gobierno de Amán advirtió de las “peligrosas consecuencias” que puede acarrear esta nueva decisión de EEUU, y podría generarse también un enfrentamiento directo con China, el cual podría traer el parate final de la negociación de la llamada guerra comercial. La medida que el Congreso Americano aprobó (la ley de apoyo a las manifestaciones en Hong Kong), no solo pone en riesgo ese acuerdo sino además eleva la tensión en la región, dado que China ya había advertido que no intervenga en su territorio. Esta ley hace que se tenga que someter a un examen periódico el estatus otorgado por Washington a dicho territorio autónomo, en donde el departamento de Estado tendrá que ratificar cada año si, en efecto, Hong Kong sigue siendo lo suficientemente independiente de Pekín, para seguir con el acuerdo especial en materia de comercio.
En cuanto a la región latinoamericana, las movilizaciones de la juventud que nada tienen que perder, y las cuales cuentan con las tecnologías para comunicar y convocarse, son quienes están poniendo en discusión los modelos liberales y el sistema de distribución y acumulación de riqueza. Estas juventudes, que quieren una mejora en la expectativa de vida tanto en Chile como en Colombia, están haciendo sucumbir un modelo que se mostraba como ejemplo. En ambos casos, este paradigma ha dejado a una clase media muy empobrecida y una clase rica más fuerte y adinerada. Tenemos también el Golpe de Estado en Bolivia, el cual es necesario entender que es en función de sus recursos naturales; Brasil con un Lula libre y con situaciones que comienzan a complicarse en lo económico y social; Venezuela que sigue bloqueada por EEUU y con su crisis económica, aunque el gobierno logra sobrevivir con la ayuda de sus aliados; Uruguay mostrando una grieta en la construcción de un modelo de asociación y quizás girando por muy pocos votos a un modelo liberal; y una Argentina en una situación muy precaria por la deuda que posee. En sintonía, el Acuerdo Mercosur-Unión Europea, que tanto se anunciara, está a punto de fracasar totalmente: los agricultores franceses entran con tractores a París, en queja a las políticas para con su sector y con el acuerdo con el Mercosur, como ya habían protestado con anterioridad en Bélgica, Italia y España.
El electo gobierno argentino tiene que analizar varios elementos del escenario internacional: como Brasil juega con China en el 5G, frente a una nueva pelea con EEUU y su pelea con nuestro país; Bolivia que juega con China y Europa sobre el tema litio; Chile y Colombia alineados con EEUU en el comercio en forma directa; y una Venezuela apoyada por Rusia y Turquía, no hacen más que mostrar lo que está pasando en la región. Las potencias juegan al ajedrez entre nuestros países y sus intereses se ven de manifiesto, por lo que el Mercosur, al igual que la Unasur (que hoy están en terapia intensiva), nos demanda una unidad pronta y la construcción de un modelo económico y social que se pare de forma distinta, o aceptar que cada uno sucumbirá por separado. La inestabilidad política y social contribuye de forma directa al sistema financiero y en la posibilidad de inversiones directas en la región.
Argentina tiene la necesidad de rediseñar una estrategia inteligente de posicionamiento con China, Rusia y sobre todo, con EE.UU. teniendo en cuenta, fundamentalmente, no descuidar ni renunciar a nuestros intereses. En este camino, es necesario e imperante renegociar la deuda con el FMI. Como punto a destacar, el 71.2% de la deuda que tomó Mauricio Macri (datos del Observatorio de la Deuda Externa -ODE- de la Universidad Metropolitana de la Educación y el Trabajo) se perdió en concepto de fuga de capitales, lo que implica un rompimiento del Fondo de sus reglas, por lo que se podría pedir una auditoría externa a modo de cristalizar la co-responsabilidad de la crisis y el endeudamiento.
Técnicamente, nos encontramos en un default selectivo (declarado por Mauricio Macri) y la Provincia de Buenos Aires posiblemente también deba declararlo en Enero, debido a los vencimientos de deuda que deja el gobierno de María Eugenia Vidal, por lo que es necesario que, ni bien asuma el gobierno Alberto Fernández el 10 de diciembre próximo, firme los DNU necesarios por el pago de la deuda y se determine qué hacer con la bomba de las Leliq y los pasivos. Este gran problema financiero al que nos enfrentamos se debe resolver determinando nuevamente las variables, como son la tasa de interés, el tipo de cambio y las demás herramientas, para poder comenzar a trabajar en medidas que aumenten la producción y generen empleo.
Recordemos que el BCRA está quebrado (tiene más pasivos que activos), por lo cual el próximo gobierno tiene que tomar medidas acordes para generar mayor flujo de divisas y recuperar el control perdido sobre la política económica. Entre estas medidas, la emisión de moneda es la primer herramienta, como también la de bajar/congelar los precios de las tarifas públicas, ya que ambas medidas podrían dar un poco de alivio a los presupuestos particulares y permitir así poner a funcionar la rueda del consumo, más demanda, mayor producción, más empleo, mejores salarios y excedente para exportar. Otra de las variables que tenemos a favor es un déficit fiscal primario muy bajo, un superávit de balanza comercial (por muy pocas importaciones y unas escasas exportaciones) y el tipo de cambio es alto, con un control de acceso al dólar muy restringido. Estas situaciones pueden ser el puntapié para poder generar un proceso de crecimiento rápido.
Para poner a la Argentina de pie, es necesario también que la AFIP diseñe planes acordes para las Pymes que están con problemas de pagos fiscales, que dejen de tener bloqueadas sus cuentas o sus Cuit y que se elabore un programa de ayuda y de blanqueo, como también analizar a todos aquellos que blanquearon su capital y cuánto de éste trajeron al país. Es hora de que esa gente que, en su momento, evadió impuestos para acumular, hoy pague más si no trae ese capital al país. Volver a poner retenciones a sectores como la minería y, sobre todo, tratar de buscar que mucho de lo que se exporte pueda ser procesado en el país (no exportar piedras sino material ya procesado).
También es importante hacer una análisis de cómo serán las retenciones al sector del campo, para hacer que se produzca más y, sobre todo, con la ganadería (ya que en los últimos tiempos se están liquidando muchas hembras). Debemos ampliar la producción de cerdos y exportar más productos con valor agregado, como aceites y otros productos derivados del agro. Recordemos que el Litio es un potencial mayor que lo que pueda producir Vaca Muerta entre gas y petróleo, y nos queda uranio, cobalto y tierras raras. También es importante analizar el tema de los puertos y el sistema de Pesca, para cobrar más impuestos por la explotación de otros sobre nuestros recursos. Es necesario que recordemos que la deuda total (en todos sus conceptos) es de unos 350.000 millones u$s y, para el año próximo, tendremos que contar con unos 14.500 millones de u$s sólo para pagar intereses; si pensamos que, en un solo día, la empresa AliBaBa recauda ese dinero, algo tendríamos que replantearnos como país y pensar que tipo de empresas con valor agregado apoyamos y creamos.