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Informe de Política Internacional N°28

Por Gonzalo Cueto

El virus ataca a todos, sin importar condición social ni poder político; en este sentido, es un virus unificador y la última víctima fue el mismísimo Donald Trump, quien estuvo solo unos días internado y volvió raudamente a la Casa Blanca a quitarse el barbijo y evitar que ello afecte su imagen, pero sí afectó al segundo debate, que, por consecuencia del contagio, debió suspenderse. Su imagen parece haber caído en las encuestas, como también cayeron las declamaciones de “América para los americanos”, el muro con México y la lucha contra los inmigrantes ilegales; hoy, todo se resume al conflicto con China y a que Biden es un comunista. Las encuestas siguen dando un triunfo de Biden, ya que ambas costas votarían por él y el centro de EEUU por Trump, se estima que 217 electores obtendría Biden y 204 Trump, pero aún sigue la puja por los 117 restantes.

El problema de fondo, producto de coronacrash, es la economía y el comercio mundial. No sólo hablamos de la economía americana o la china. Sin embargo, lo mas preocupante es la creciente deuda americana, la cual supera los 27 trillones de dólares, una cifra gigantesca y la cual no está respaldada por un crecimiento económico real, debido a que el déficit comercial, producto del Covid, es de un total de 83.000 millones de U$$. EEUU hace lo que todos los países están haciendo: emite. Ante esto, los países vienen tomando medidas para prevenir una crisis financiera nunca antes vista, debido a la posibilidad de que el dólar pierda su condición de moneda Fiat. Entre las medidas, notamos el aumento de las reservas de oro o las propuestas de criptomonedas. En casi todos los países, el dólar se devaluó, menos en Argentina, donde la confianza al gobierno hace que cotice en alza.

Las deudas no solo afectan a los EEUU, sino a casi todos los países y, con la pandemia, estas se dispararon a valores nunca antes vistos. La caída de las clases medias y de los pequeños empresarios ha obligado a que los países recurran a medidas de ayuda para amplios sectores sociales, con el fin de que la pobreza no se incremente. Entre estas medidas, están las postergaciones de los desalojos o las ejecuciones hipotecarias, debido a que, en muchos países, la falta de pago de alquileres o la falta de pago de los créditos fue lo primero que se interrumpió, y la otra es la creación del salario universal.

El confinamiento a nivel mundial está provocando aumentos en los conflictos sociales y, para colmo, la segunda ola de rebrotes obliga a una nueva cuarentena. Sin embargo, imponer el segundo confinamiento no está siendo una tarea fácil, dado que después de todo este tiempo, hoy, las personas ya no temen al contagio y prefieren recuperar su libertad e independencia; la respuesta social hoy es la indiferencia a la cuarentena.

Para coronar, los dichos y desdichos de los expertos de la OMS piden ahora evitar las cuarentenas como método principal para controlar el avance del coronavirus, y esto no hace mas que sumarle argumentos a los anti cuarentena y a los antipandemia. Por lo que, hoy, los argumentos de Trump parecieran tener más fuerza que antes. El control social y la grieta en todos los países se está viendo cada vez mas intenso. España, la India, Portugal, Gran Bretaña e incluso Alemania, diagraman métodos de confinamiento para implementar la segunda cuarentena.

Días atrás, el Papa Francisco publicó la encíclica “Fratelli Tutti”, en la cual habla de que todos estamos en el mismo barco, y que no nos podemos dejar arrastrar por la insensibilidad egoísta. El modelo económico y la ambición desenfrenada, que mata y esclaviza a los hombres, choca con el reconocimiento a la dignidad y reduce todo a la simple mercadería. El Papa pide que se abandone el dogma de fe del neoliberalismo, muy en sintonía con lo planteado en el Foro Económico Mundial y el FMI, quienes proponen que, en la próxima cumbre de Davos, se realice un reseteo económico mundial.

El estallido del conflicto en Nagorno Karabaj sigue siendo, hoy, el conflicto mas importante, dado que, desde el 27 de septiembre, se intensificaron los enfrentamientos. Es por ello que todos los países llamaron a un alto el fuego y a volver a las negociaciones, y se espera que se respeten las resoluciones de la ONU; es importante aquí resaltar que el conflicto en esa región tiene una similitud con la demanda Argentina por Malvinas. La posición oficial del Gobierno Argentino en este tema es no reconocer al gobierno autoproclamado de la República de Artsaj, como tampoco lo ha realizado ningún otro país, dado que esto puede ser utilizado por el autoproclamado gobierno de Malvinas. Por último, Moscú llamo a los Cancilleres de ambos países para que se retorne al camino del diálogo y la Paz. En este sentido, el Canciller de Azerbaiyán llamó a que se respeten las resoluciones de las Naciones Unidas.

Es de resaltar que la Unión Europea, aparte de imponerle sanciones a Rusia por el confirmado envenenamiento del opositor al gobierno de Putin, acaba de iniciar acciones legales contra el gobierno británico por la modificación unilateral del acuerdo del Brexit, mediante la ley presentada en el Parlamento Británico sobre "De mercado interno", la cual otorga a Londres el poder legal para dar ayuda estatal a Irlanda del Norte, violando así el acuerdo del Brexit. Además, la normativa otorga al Gobierno británico la posibilidad de retocar tarifas comerciales y aduaneras entre las mercaderías que se trasladen desde Irlanda del Norte al resto del Reino Unido (Inglaterra, Gales y Escocia). Es importante resaltar que la política exterior argentina tiene que aprovechar esta oportunidad para avanzar sobre el reclamo de Malvinas, dado que ya no son reconocidas por la UE como territorio de ultramar.

El mar de China comienza a sufrir tensiones por la flota china y sus prácticas, las cuales ponen en alerta a Japón y a Taiwán. Este último se encuentra ahora en el centro del debate, ya que temen ser las próximas víctimas de China, por lo que se preparan, con el apoyo de los EEUU, ante una eventual ofensiva del gigante asiatico.

La política exterior argentina de los últimos días, generó algunos conflictos internos en la coalición de gobierno; en primer lugar, el Embajador ante la OEA rechazó el informe sobre Derechos Humanos en Venezuela, en claro desacuerdo con el presidente y los lineamientos de política exterior impuestos por la cancillería, los cuales son más cercanos a los lineamientos del grupo de Lima.

La visita de la delegación del FMI, casualmente liderada por un venezolano disidente al gobierno de Maduro, nos demuestra una realidad: para poder tener una política exterior independiente hay que tener soberanía económica. La necesidad de acordar con el FMI y EEUU hace que se tomen decisiones objetadas por miembros de la coalición gobernante. Sin embargo, hoy, la Argentina se encuentra en una posición más favorable vis a vis del FMI, debido a que la deuda que sostenemos con ellos (la mas onerosa de la historia del FMI), es consecuencia del manejo irresponsable de la administración anterior del organismo.

En el mercado interno, la brecha cambiaria del 110% entre el dólar oficial y el paralelo, sumado a la cadena de pagos totalmente destruida, nos encuentra en un escenario muy complicado, ya que los exportadores no quieren liquidar a valor dólar oficial, y los mayoristas no quieren vender, ya que no saben si podrán reponer sus stocks. En ambos casos, hoy, prefieren esperar antes que vender, ya que el stock es reserva de valor. Por otro lado, se observa un panorama más positivo en el sector agro, ya que el aumento de la soja, debido a la sequía y la quita de algunos puntos de retención, hacen que algunos productores comiencen a liquidar sus cosechas.

Es necesario destacar también que hay sectores que, hoy, están comenzando a trabajar y producir, tales son el caso de la construcción y todo lo relacionado a los materiales; si bien la variación de precios en estos últimos es muy alta, muchas personas prefieren invertir en obras y refacciones. Pero el embudo en este rubro está en los corralones que, como mencionara anteriormente, hoy no quieren vender por el stock.

Necesitamos repensar las estrategias comerciales y productivas del país, hay que salir a desarrollar áreas que tenemos abandonadas, como la pesca, la cual está monopolizada por empresas extranjeras. Si el gobierno sólo analiza la coyuntura actual, y no a largo plazo, los problemas no se resolverán, solo se emparcharán. No tenemos vencimientos de pagos por tres años y pareciera que estamos defaulteados. Estamos encerrados en el valor del dólar y hay que buscar la forma de verlo por arriba. Somos un país pobre, pero ricos en recursos humanos, y debemos desarrollar una estrategia duradera para su aprovechamiento estratégico.

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