Por Gonzalo Cueto
Hace tan sólo 6 meses, los organismos internacionales predecían un año recesivo para la economía mundial; tan solo unos pocos días después, sus predicciones se confirmaban con el brote pandémico. Como consecuencia, en este corto periodo de tiempo, las economías de las principales potencias del mundo cayeron un 10% en promedio, el mundo cuenta con más de 11 millones de infectados y cerca de 600 mil muertos; las empresas quiebran y los sistemas de salud se colapsan.
Lamentablemente, la situación imperante no tiende a ceder, es más, todo indica que empeorará, como lo indicó Tedros Adhanom Ghebreyesus, titular del OMS, quien advirtió:
"Todos queremos que esto termine. Todos queremos seguir con nuestras vidas. Pero la dura realidad es que ni tan siquiera estamos cerca del final. Aunque muchos países han hecho algunos progresos a nivel global, la pandemia del coronavirus en realidad se está acelerando".
Sumado a esto, científicos chinos acaban de descubrir un nuevo virus emparentado con la gripe porcina, bautizado como G4EAH1N1. Esta nueva cepa se localiza en cerdos y ya ha contagiado a varios humanos, aunque de momento no hay evidencias de su transmisión entre personas; todos ya están en alerta, como con los dos rebrotes de la peste bubónica en Mongola. Recordemos que China, hace un año atrás, sufrió un brote de gripe porcina que obligó a matar a un cuarto de la población mundial de cerdos.
Por otro lado, la FAO y otros organismos especializados advierten que la mayor preocupación a futuro es una hambruna generalizada en el mundo, y no por falta de alimentos; sino porque la demanda está rota (por el aumento del desempleo, la deflación que se está comenzando a ver y por la falta de gobiernos con solidez económica para hacer frente a la crisis), producto del proteccionismo y de la destrucción de la cadena de suministros por las complicaciones logísticas entre países productores y los países compradores. Egipto acopia su trigo y arroz, otros países como Rusia, Ucrania y Kazajistán (productores de trigo de la región asiática) imponen cuotas y limitan sus exportaciones, otros como Vietnam, Pakistán y Myanmar, grandes productores de arroz, también restringen sus ventas. Muchos expertos creen que, si no se toman las medidas adecuadas, esto puede superar la crisis alimentaria del 2008.
Sin embargo, en EEUU se obtuvieron ciertos datos optimistas: el jueves pasado el Departamento de Trabajo informó una suba histórica de 4,8 millones de nuevos puestos laborales, registro inédito desde 1938, y por consecuencia la tasa de desempleo retrocedió al 11,1%, dándoles un respiro a los ideólogos de la campaña presidencial republicana. Otro de los ejes de la campaña Trump sigue siendo China y las sanciones a sus empresas, que ahora son acusadas de ser financiadas por el Ejército Chino. Sin embargo, su dilema sigue siendo que aún no le alcanza para recuperarse en la intención de voto de cara a sus aspiraciones de reelección, en la cual hoy lo sigue teniendo por detrás de su competidor demócrata, Joe Biden. Esto demuestra que la estrategia (por cierto, dilatada en el tiempo) de endurecer su posición con respecto al gigante Asiático no parece estar dando frutos.
En cuanto a China, se observa un acercamiento con la India, después de los conflictos recientes en el Himalaya, avanzando hacia una relación de cooperación mutua. Por su lado, Putin reafirma su poder político en Rusia luego de lograr la aprobación de la reforma constitucional con un 76% de los votos. De esta manera, el líder ruso puede aspirar a dos mandatos más al frente del gigante euroasiático.
Las elecciones del pasado domingo 28 de junio en Francia, dieron como resultado el triunfo de los llamados “Verdes” en las elecciones municipales, pese a la poca participación general. Esto obligara a Macron a virar hacia políticas más verdes y a cumplir con sus compromisos ambientalistas. El mismo discurso, lejos del consumo y cercano a los aspiraciones ambientalistas, también había ganado recientemente las elecciones en Alemania, tan solo unos meses atrás. El movimiento juvenil mundial contra el cambio climático de los “Fridays for Future” (Viernes por el futuro), liderado por la adolescente sueca Greta Thunberg, ha servido de plataforma para estas victorias electorales, marcando la agenda política de los dos países más importantes de la Unión Europea.
La trazabilidad de los productos agrícolas, sumada a esta tendencia ambientalista, puede complicar nuestras exportaciones de alimentos a futuro hacia esta región, imposibilitándonos nuevamente de ingresar en este mercado, debido a nuevas medidas que quieran imponer en pos de la protección interna a sus productores. Mientras tanto, el acuerdo firmado y enarbolado por otro gobierno macrista como un triunfo Mercosur-Unión Europea, sigue cajoneado en sendos Parlamentos. En este sentido, China pide a exportadores de alimentos asegurar que sus productos están libres de Covid-19.
La región Latinoamericana, según los organismos internacionales, es quien más va a sufrir la pandemia y estiman, lamentablemente, que para octubre se pueda esperar que los fallecidos por COVID-19, alcancen los 400 mil, sumado a una fuerte crisis económica.
Argentina, mientras tanto, enfrenta la pandemia con escasas herramientas: la emisión y la ayuda de algunos organismos internacionales, como el BID o el Banco Mundial. El déficit fiscal sigue en aumento, no sólo por la emisión sino también por la falta de pago de impuestos, producto del cierre de comercios y la caída de empleos. La muy factible firma del acuerdo con los acreedores privados, que se extendió hasta el 4 de agosto, nos dejará muy escaso margen de crecimiento y un período de gracia de sólo este año, frente a los tres años reclamados inicialmente por el Gobierno. Desde 2021, ya se comenzará a pagar un cupón de 0,125%, como un "pago de buena fe"; sin embargo, la economía argentina está atravesando su mayor caída de actividad económica y no se tiene mucha certeza de que el año entrante se puedan enfrentar los pagos.
A todo esto, debemos añadir la reestructuración de la deuda con el FMI que suma U$S 43.556 millones, y el Club de Paris con U$S 2.100 millones. Es imprescindible para el país, cortar con esta bicicleta financiera y comenzar a desarrollar un programa económico serio y previsible, que permita que dejen de cerrar las pymes, se fomente el consumo y que no sean solamente los bancos quienes ganen siempre.
El dato positivo es que la Balanza comercial está siendo positiva, debido a las escasas importaciones y el crecimiento de las ventas de carne, que fueron de las exportaciones que más crecieron el último tiempo. Sin embargo, esto no alcanza para cubrir los pasivos.
En el plano internacional, el acercamiento que promueve el gobierno en temas tecnológicos y financieros con el gobierno chino, no deja sin cuidado a la Casa Blanca, quien observa con ojos inquisitivos la colaboración del gigante asiático. China propone la renovación del swap con el BCRA, a cambio de iniciar conversaciones para la implementación del sistema 5G por parte de la empresa china Huawei. Un sistema de datos que no deja de generar la oposición de varios países del mundo, por la posibilidad de injerencia del gobierno chino en el uso y acceso a los datos de las personas que fueran a utilizar la red.
Recordemos que el BCRA sigue pagando una tasa alta del 38% por las Leliq y del 19% por los pases pasivos, y los bancos siguen dando una tasa de interés del 30%, lo cual no hace más que seguir incrementando el pasivo del Banco Central. Tristemente, nueve de cada diez familias argentinas terminaron el mes de junio endeudados, según un informe elaborado por el Centro de Economía Regional y Experimental (CERX); esto nos activa una alarma: si queremos reactivar la economía por el consumo, no debemos dejar de considerar el fuerte endeudamiento de las familias argentinas, porque si no atendemos esa problemática, toda inyección de consumo irá a parar el repago de deudas y no al consumo.
Las ayudas que el gobierno está dando siguen sin alcanzar a los sectores medios, esperamos que, como refiere el informe del CERX:
“En la medida que se liberen más actividades, es de esperar que las familias vayan regularizando sus deudas no bancarias. Pero ese proceso será muy lento e irá combinado con aumentos en el stock de deuda de quienes perdieron ingresos o empleo y no recuperan todavía”.
Para que alcancemos una patria más Justa, Libre y Soberana - Feliz día de la Patria.