Por Gonzalo Cueto
Hoy, el mundo y las relaciones internacionales corren al ton y son de la relación bilateral entre China y los Estados Unidos; esto no implica que lo que pase en el resto del mundo no reviste importancia, sino que el conflicto político y económico entre ambas potencias está influyendo en el accionar de las demás naciones. Según el último informe de UNICEF, la pobreza va en aumento, estimando 58,6% de pobreza infantil hacia fin de año. A su vez, la FAO anuncia una posible falta de alimentos para el año venidero; mientras el desempleo sacude en forma similar a todos los países en los sectores medios e independientes, la producción mundial y el comercio se desmoronan, como informa el FMI.
Ante este panorama, y enfrentándonos a la posibilidad de que la crisis del coronacrash sea peor que la crisis de los años 30, el Papa Francisco propuso “un salario universal" para los trabajadores de la economía popular que luchan por "tierra, techo y trabajo", al tiempo que convocó a los movimientos populares a reflexionar "el después" de la pandemia de coronavirus y encarar un proyecto "centrado en el protagonismo de los pueblos". En el mismo espíritu, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe insistió la semana pasada con la creación de un ingreso básico de emergencia durante seis meses, que servirá para cubrir las necesidades básicas y sostener el consumo en los hogares. Sin embargo, ya muchos de los países de América Latina y el Caribe están otorgando ayudas que no alcanzan, dado que se prevé una caída de la economía regional del orden del 7,5%. Estas medidas deben ir de la mano de proyectos como el propuesto por la ONU, que solicita la creación de una autoridad global para ayudar a implementar la suspensión temporal de las obligaciones de deuda de los países en desarrollo durante la pandemia del coronavirus.
La 73° Asamblea Mundial de la Salud que se realizara en forma online, llama a convertirse en el próximo ring donde se enfrentarán las dos potencias (centrales en la política internacional actual). La obtención de la vacuna del coronavirus fue el último golpe que acertara el presidente Chino, declarando que: “el desarrollo y despliegue de la vacuna COVID-19 en China es prioridad, cuando esté disponible, se convertirá en un bien público mundial. Esta será la contribución de China para garantizar la accesibilidad y asequibilidad de las vacunas en los países en desarrollo”, por lo que liberaría la patente para que sea gratis, destruyendo cualquier expectativa comercial de los laboratorios estadounidenses.
En marco de este conflicto, avanzan ciertos proyectos que generan alguna preocupación a nivel mundial: el primero de ellos es el que establece la prohibición de toda empresa de capital chino de cotizar en la Bolsa de Wall Street. También se plantea la idea de levantar la inmunidad soberana china en los tribunales federales, con el fin de que los ciudadanos norteamericanos puedan demandar a China como nación, por las consecuencias del coronavirus y, en consecuencia, poder confiscar los activos chinos en el país norteamericano. Otra de las situaciones que están planteando, y quizás la más preocupante, es la que EEUU declare el default de su deuda externa con el gobierno chino, provocando así un descalabro en el sistema financiero internacional. El globalismo se resquebraja y los nacionalismos afloran.
Después de todo lo dicho por las autoridades chinas, parece que hay rebrotes y vuelven las cuarentenas en algunas ciudades. La ciudad de Jilin, con unos 4,5 millones de residentes, cerró uno de sus distritos esta semana, después de cambiar el nivel de emergencia del área a "alto riesgo"; también la ciudad de Shulan, de 700.000 habitantes, ha tenido un rebrote de coronavirus. Por su parte, otro de los grandes afectados, Rusia, ve caer la imagen de Putin por su mal manejo de la pandemia, lo que lo obliga a distanciarse del escenario internacional, aceptando una alianza tácita con China en esa materia; en este sentido, el ministro de Relaciones Exteriores de China, Wang Yi, manifestó, durante una conferencia de prensa al multimedios ruso RT, que: "China está lista para fortalecer la cooperación estratégica con Rusia, defender firmemente el resultado de la 2da. Guerra Mundial y defender decisivamente la Carta de la ONU y las normas básicas de las relaciones internacionales";.
Sumando al escenario que hemos descrito, esta semana, el primer ministro Li Keqiang refiere que: "No hemos fijado un objetivo específico de crecimiento económico este año. Esto se debe a que nuestro país se enfrentará a algunos factores que son difíciles de predecir en su desarrollo debido a la gran incertidumbre sobre la pandemia de Covid 19 y el ambiente financiero y comercial del mundo", situación que impone mayor incertidumbre al escenario financiero mundial. Mientras tanto, siguen avanzando los países en sus propias criptomonedas, como es el caso ahora del Banco de Francia, que anunció oficialmente el lanzamiento de un programa experimental para la integración de su moneda digital, la cual podría utilizarse como pago contra instrumentos financieros, contra otras CBDC y contra otras criptoactivos en general. Es de destacar que 8 bancos importantes anunciaron una moneda virtual en Singapur durante el segundo semestre de 2020, lo que afecta directamente el control monetario que mantiene Estados Unidos en el escenario global, según J.P. Morgan
Por su parte, Donald Trump busca de todas formas poder seguir posicionándose con el electorado en búsqueda de su reelección. Tan solo hace unos 5 meses atrás, se encontraba con la reelección prácticamente garantizada; sin embargo, hoy, Biden se encuentra 5 puntos por encima de el en intención de votos. Por tal motivo, el rubio neoyorkino lanza todo su batería de artilugios y estrategias con el fin de volver a posicionarse. Entre sus estrategias, está la utilización de la crisis del coronavirus, acusando al estado chino, atacando al establishment y a Biden. Esto último puede lograrlo fogoneando el denominado “Obamagate” y relacionándolo con Biden, dado que él era el vicepresidente de Obama, acusándolo de haber estado al corriente de todos los detalles y las movidas de Obama con Rusia, con el fin evitar que Trump ganara las elecciones.
En Argentina, los datos del Banco Central muestran que, en los últimos 20 días hábiles, los depósitos privados en dólares cayeron a US$ 17.000 millones, es decir, una disminución del orden de 1.100 millones. Por otra parte, tenemos que las reservas en el BCRA son de U$S 43.137 millones totales, pero las reales de libre disponibilidad son de apenas U$S 8.500 millones (dado que hay que restar los encajes de los bancos, el swap chino, créditos de organismos multilaterales, los DEG en el FMI y la caja chica del Banco Central) y también hay que descontar de eso las toneladas de oro que Macri llevó a Londres, que se estiman en 3.500 millones. Del otro lado, tenemos en pasivos monetarios una suma de 4.100 millones de pesos de base monetaria, en Leliq y pases pasivos. Todo esto, en una cuenta de almacenero, nos da un dólar más alto y la imposibilidad de incumplir cualquier otro acuerdo ante los acreedores que no sea el que el gobierno presentó y el FMI acompañó. Es menester recordar que son corresponsables de esta situación, rompiendo su propio estatuto al haber girado dinero que automáticamente era fugado.
Hoy, estamos en Default técnico, por más que los acreedores no lo denuncien; recordemos que esto, en realidad, es semántico dado que el default lo tenemos desde hace tiempo. Eso poco importa, dado que hace más de 2 años que la Argentina no tiene acceso a los mercados de capital, cayendo en el FMI como único prestador. Los valores de la economía argentina están complicados y tenemos que recordar que el consumo privado caerá 8% este año y un 4% el próximo, la producción industrial caerá este año 8,5% y 3,3% el próximo; el déficit fiscal 6,7% y 4,7%; el desempleo 12,5% y 11,6%; y la inversión cae este año un 19,5% y el próximo año 6,8%, respectivamente. Sin embargo, estos números son bastante optimistas para el próximo año, lo que nos demuestra el desastre económico que tenemos que enfrentar, culpa de la herencia macrista y del coronacrash.
La situación de las Pymes y la clase media, como vengo sosteniendo, son preocupantes, no solo en la Argentina sino también en el mundo. Los conflictos sociales a los que el gobierno se enfrentará son de talla, agudizados si Argentina es declarada en Default por las calificadoras de riesgo.