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Sobre los bonos del tesoro

Por Gonzalo Cueto


La intervención de la FED en el mercado de las REPO, (préstamos a corto y mediano plazo, mecanismo por lo cual los bancos se prestan dinero por día) por medio de la inyección de dinero, deja en evidencia que el sistema bancario está en problemas y hay una escasez de dólares, en una palabra, liquidez; la cual puede provocar, de prolongarse esta situación, las crisis financieras que se vienen anunciando. El problema es que hoy, hay muchos más bonos del tesoro americano que de dólares, y estos bonos del tesoro ya están dejando de ser atractivos. Las políticas que lleva adelante Trump, sobre todo la fiscal, si bien en primer lugar le dió resultados positivos a la economía americana, hoy la está recalentando, y se estima que, en el próximo año, se produzca una desaceleración que, sumada a los problemas políticos y financieros internacionales, pueden provocar que la reelección de Trump se complique. En este sentido, tenemos que decir que la visita de los funcionarios chinos a los EEUU días atrás, para revisar el tratado de comercio, deja en evidencia que hay un primer ganador, ya que la cantidad de temas a negociar disminuyó y, por lo tanto, la cantidad de conflictos está en retroceso. Trump necesita mostrar un triunfo ante China, por ello se refirió al convenio como el mejor convenio firmado en la historia entre los dos países y, en cuanto a lo político, reconstruir su imagen valiéndose de la amenaza del juicio político es hoy su prioridad. Si bien el juicio político está bien visto por la mayoría de la población, esto puede provocar una grieta entre seguidores y detractores, lo que se transformaría en una plataforma para impulsar su reelección. La única amenaza real es la candidata Elizabeth Warren, que se posiciona desde un lugar más institucional y acompañada por la posible crisis económica que enfrentaría América.


No olvidemos que, el gran problema de fondo, es seguir siendo la potencia hegemónica para mantener al dólar como moneda FIAT, ya que EEUU está sumamente endeudado consigo mismo y, además, es uno de los mayores consumidores de petróleo a nivel mundial; por ese mismo problema, China comercializa el petróleo en yuanes en todo el continente africano y busca posicionar su moneda con respaldo en oro. Por lo tanto, queda claro que influenciar el precio del petróleo es la clave para controlar el precio del resto de los commodities. En este sentido, los conflictos con Irán, y la decisión de soltarle la mano a los Kurdos (los cuales tienen presos a muchos líderes de ISIS, amenazando soltarlos si no reciben apoyo de EEUU), nos dan la sensación de la necesidad de la existencia de un conflicto armado en dicha zona, para poder alterar el precio del petróleo. Por último, tenemos el retiro de Siria de tropas estadounidenses, que permite a Rusia ser el mediador de la zona y quedar como el máximo aliado, expandiendo su zona de influencia en la región.


Europa se encuentra en tiempo de descuento para el Brexit y, por ahora, pareciera que la salida sería acordada, previas aprobaciones del Parlamento Británico y el Europeo; de no ser así, implicaría un golpe financiero nunca antes visto, y el cimbronazo será en toda Europa. Esta situación es una de las causas de la mayor inestabilidad económica europea y, en sintonía con estos problemas, los Bancos Centrales de cada país fueron tomando sus medidas (tasas negativas y compra de oro como valor de reserva), pero, en cierta medida, se podría decir que las políticas monetarias que están llevando no alcanzan para evitar la recesión europea.


Por último, en Ecuador, se vió la lucha del pueblo frente a las políticas de ajuste. Recordemos que, en el año 2000, Ecuador dolarizó su economía en medio de una inflación que llegaba a los tres dígitos anuales y, dos años después, la tasa de inflación caía a 9,4% anual. Pero esto no le permitió ser una economía sólida, pues la falta de herramientas para controlar la inflación, sus deudas y el valor de su moneda, la colocan en situaciones vulnerables ante las crisis internacionales, dado que no posee capacidad para elaborar una política monetaria, y tampoco evitó la presencia del FMI y sus diferentes acuerdos. El problema fue las políticas que el FMI impulsa, como la eliminación de los subsidios y la liberación del precio del combustible, provocan el empobrecimiento del pueblo y un aumento de la inflación en general (situación similar ya vivida en Argentina en el último año); esta medida generó un conflicto social que se trasladó a las calles. Al margen de esta medida, el gobierno de Moreno pensaba avanzar con el resto de las políticas con las que el FMI insiste, como parte del acuerdo de más de US$ 4000 millones, entre ellas, las clásicas políticas del organismo de modificación del sistema laboral, reducción del sector público, nuevo sistema jubilatorio y liberalización de importaciones, entre otras. Sin embargo, y a diferencia de la Argentina, la relación Deuda-PBI es del 50%. Este modelo de políticas de corte liberal generan las consecuencias que todos sabemos, y esto sólo se detiene y se puede dar marcha atrás con la gente en las calles, como fue en este caso. El gobierno tuvo que dar marcha atrás con el Decreto que liberaba el precio del combustible, pero las luchas sociales continúan.


Las estimaciones del Banco Mundial y las del FMI coinciden con lo manifestado en los últimos informes y, sobre todo, lo que tiene que ver con la economía argentina. El informe de estos organismos advierte que nuestra economía caerá 2,5% este año y un 1,6% el año próximo, un ritmo de caída muy superior al que planteó el Gobierno en el Presupuesto para 2019. Sin embargo, para el FMI, la inflación para el año próximo rondaría los 40% y, con una caída del PBI de 1,6%, estos organismo saben que, si no se renegocia la deuda, nunca se va a poder pagar.


La inflación para el mes de septiembre fue del 5,9 % (según el INDEC), los productos que más aumentaron son los referentes a la comida y bebida (harinas, carnes, manteca y quesos registraron subas de dos dígitos según el Índice de Relevamiento de Precios del ITE), pero el rubro más preocupante es el aumento de todo lo referente a la medicina, en la cual entran las prepagas y los medicamentos. Son los abuelos/as quienes más consumen medicamentos, los cuales hoy están comprando y/o tomando la medicación fraccionada, debido a que sus ingresos no alcanzan y el PAMI se encuentra con varios problemas en la cobertura. En este sentido, el gobierno vuelve a tomar los Fondos de Garantía de Sustentabilidad (FGS): la reciente resolución conjunta 65/2019 de las Secretarías de Hacienda y Finanzas, habilita al Gobierno a utilizar el FGS para cubrir dos letras, que vencerían en abril del próximo año. Por último, es importante recordar que la Defensoría de la Tercera Edad de la Ciudad de Buenos Aires indicó que la Canasta Básica de los Jubilados trepa a 37.815 pesos, registrándose un aumento del 23,89% respecto a la medición de abril, con un haber mínimo de casi 13.000 pesos.


Hace tiempo que menciono que las necesidades financieras hasta el 10 de diciembre son muy urgentes, y el gobierno no cuenta con el dinero suficiente para cubrir los gastos de cuenta corriente. Por tal motivo le solicitó $50.000 millones al Banco Nación para evitar una peligrosa emisión monetaria que espiralice la inflación. Lo último que podemos decir es que la capacidad ociosa de las industrias y PyMes, en agosto, cayó a un 60,5%, lo que nos demuestra la profundidad del parate de la economía argentina. Poner de pie a la Argentina es poner a producir a las empresas, generando los puestos de trabajo que se necesitan, recordando que el 80% de lo que se produce en el país es consumido en el país.


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