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Un mundo convulsionado

Por Gonzalo Cueto


El mundo está convulsionado. Por un lado, tenemos a Gran Bretaña cerrando el Parlamento y posiblemente, adelantando las elecciones para poder hacer un Brexit sin escuchar a la gente; a Francia y Brasil, quienes con la excusa del Amazonas y los incendios forestales (extremadamente graves) están sentando las bases para hacer caer el tan comentado (en Argentina) acuerdo Mercosur-Unión Europea y; a Alemania, preocupada por la caída de su economía, al igual que Japón, ambos están colocando títulos públicos a tasas negativas.


Por otro lado, Trump quiere ir por su reelección, y está notando que la guerra comercial con China (como todos los otros conflictos que incentivó) le está trayendo consecuencias a los mercados locales que repercutirán en su propia economía poniendo en riesgo su objetivo reeleccionista. Por último, los Bancos Centrales de todo el mundo compran oro, empujando de manera alcista su valor y pasará lo mismo con las criptomonedas. Por ahora, todo esto se da en el marco de un dólar cuestionado pero que hoy sigue siendo la moneda de intercambio o FIAT.


En cuanto a lo financiero China cada día avanza más, ahora el Banco Asiático de Inversión en Infraestructura (AIIB, por sus siglas en inglés) ha abierto sus operaciones en las últimas semanas con una ceremonia oficiada por el presidente Xi Jinping. El año pasado el Gobierno de EE.UU, había tenido la primera señal de alerta cuando Reino Unido, Alemania, Australia, Corea del Sur y otros 57 países se sumaron a dicho banco, quedando afuera Japón y el propio EEUU.


Esto es otra de las señales que China da al mundo y sobre todo al Banco Mundial, en el cual el desplazamiento del poder está pasando poco a poco a Asia y en particular a China. Tampoco hay que olvidar los aranceles impuestos a China, ya que, siguen en suspenso la parte de los electrónicos, los cuales pasaron a diciembre, pero ya advierten que esos aranceles se trasladaran a precios; mientras tanto los granjeros americanos están cobrando subsidios por sus productos, ya China está reemplazando a sus compradores, entre ellos está aumentando el nivel de compra en Brasil y Argentina, lo cual afectará la economía americana de forma negativa y positiva en Argentina y Brasil.


El mundo entra en crisis y la velocidad de los cambios, es muy alta, y en un país con una economía tan endeble como la nuestra eso se siente. A mediados del año pasado había comenzado a decir que el Gobierno se encaminaba a un reperfilamiento de la deuda, en primer lugar y luego pasaríamos a decir que se encaminaba a realizar un nuevo Megacanje como en el 2001, las semejanzas con aquel año son muchísimas pero esperemos que las consecuencias violentas no sean las mismas. Hoy la economía se sinceró en parte, porque se habla de un DEFAULT selectivo, (a algunos les pago y a otros no). Esto recién es el comienzo de una catástrofe económica, ya que hasta ahora nadie está denunciando la deuda que posee el BCRA, y nadie habla de cómo cortar el tema de las Leliq, las cuales son la bomba latente que este gobierno creo. Todo esto y dado, la inestabilidad de los mercados, los fondos de inversión se ven en la obligación de liquidar los títulos argentinos al costo que sea, ya que no pueden poseer activos con posibilidad de default, lo que activa la posibilidad de la compra de estos por parte de los Fondos buitre y volver a los juicios con jurisdicción en New York. Por lo que estamos, ante la posibilidad de un conflicto tan o más grande que el último juicio con los Fondos Buitre.


Hasta hace solo 16 meses atrás, la Argentina estaba tomando deuda en los mercados pero eso se cortó dado que los mercados analizaban la imposibilidad de pago a largo plazo. En ese momento “pasaron cosas” y el gobierno recurrió al FMI, con el mayor préstamo que el organismo otorgó a un país en su historia. Ya nadie más nos prestaba, varias veces expliqué la cantidad de waiver que el gobierno pidió porque no cumplía con lo pactado (además de renegociar un acuerdo a los dos meses de haber sido otorgado).


Los actuales problemas son productos de muchas decisiones desafortunadas de este gobierno, el camino tomado es insustentable para el pago de la deuda, y el gobierno de forma solapada declaró un DEFAULT, las políticas de control de cambios, liquidación de divisas y toda aquella política que eran denostadas (por gran parte de la sociedad que los votó en 2015/2017) por cuidar en su momento las reservas e independencia económica. Para muchos tarde, pero necesarias para frenar esta caída de reservas del BCRA.


Como consecuencia de lo que pasa, tenemos una mayor tasa de interés (superior a los 85%) por permanecer en pesos, un mayor valor del dólar por las presiones de quienes se quieren ir a esa moneda, una mayor pérdida de reservas por mantener un valor arbitrario de cambio (tan solo en dos días se perdieron 2000 millones u$s), un mayor párate en la economía por la inflación y por todos los impedimentos de financiación para las Pymes (desde los redescuentos, la venta de cheques, etc.) y como consecuencia final de todo ello, más desempleo y más pobreza. El escenario es triste y desalentador, y es muy necesario que se pueda analizar una medida de emergencia alimentaria como pidiera Lavagna y la Iglesia. La proyección del FMI es que la inflación se está acelerando aún más y estamos entrando en la zona donde una hiper puede llegar a ser posible.


El problema del déficit primario no son los gastos en sueldos ni en los jubilados, sino los costos del pago de interés de la extraordinaria deuda contraída en los últimos años. Hoy esos pagos están arrestando a que el país sea inviable y lo tiene atado en un parate. Recordemos que hoy solo tenemos un Default selectivo, pero a este paso vamos a tener que ir a un Default general, tanto con el FMI, y con los inversores internos poseedores de las Leliq y de muchos de los títulos públicos. Por tal razón para poder pagar el daño que se hizo en tan solo 40 meses, el país deberá recuperarse y esto demanda varios años de crecer a un ritmo pequeño pero sostenido, quizás la ventaja de ello es que más de la mitad de las empresas están con capital ocioso y como la balanza de pagos comercial hoy es desfavorable, nos permitirá rápidamente generar un poco más de ingresos, pero para ello es necesario que el País venda desde todas sus embajadas como agentes de comercio.


Estamos debajo de los 3 puntos del PBI, por lo tanto, revertir esta situación equivale a que rebotemos unos +4 puntos mínimo, quizás imposible para cómo está el mundo y frente a la recesión mundial que se avecina. Sin embargo, lo primero es recuperar el consumo interno que representa el 80% de la producción local, e imponer medidas para proteger lo nuestro, ya vimos los resultados de la apertura indiscriminada de productos.


Hoy a la distancia del tiempo, el gobierno no puede acusar a la oposición de poner palos en la rueda, todas sus medidas enviadas al Congreso fueron aprobadas, la oposición nuevamente juega responsablemente colaborando a que el gobierno llegue al 10 de diciembre, pero cada día que pasa este está provocando un daño mayor no solo a la economía y las reservas del BCRA, sino en todas las áreas, el último ejemplo es el decreto 591 en el que se habilita importar Desechos de papel y cartón, la chatarra ferrosa, la chatarra de aluminio, los desechos de material plástico y el cascote de vidrio, entre otros", generando a la argentina en el basurero del mundo. Es importante destacar que la crisis es política y financiera, más que una crisis económica.

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